domingo, 25 de noviembre de 2012

El juego de Claudia, de Laura Sánchez Becerra

La llamita naranja nos alumbró una puerta. Apunté el mechero hacia la superficie de madera, donde había un cartel que ponía: aula 13. «Qué oportuno», pensé


Portada "El juego de Claudia", de Laura S.B.

Editorial: Ediciones Babylon

Fecha de publicación: 2010

Nº páginas: 124

ISBN: 978-84-938088-1-5

Precio: 9€



SINOPSIS
Claudia es una adolescente que vive de fiesta en fiesta hasta que un sábado tiene que pasar la noche con su hermano pequeño en el teatro.
El nombre del lugar, «Theatre of Hell» es al menos un poco esperanzador. La función empieza y, antes de que sepa siquiera qué ha pasado, Claudia se encuentra en un lugar distinto, en una realidad muy diferente a la que estaba acostumbrada. Tendrá que luchar por encontrar a su hermano pequeño y salir de un lugar en el que nada es normal.
¿Será todo parte de la función? ¿Qué ha pasado realmente?


AUTORA
Laura Sánchez Becerra es una escritora sevillana, licenciada en Bellas Artes.
En el año 2010 publicó su primera novela, El Imperio Plateado (Bicho ediciones), primera parte de una saga de fantasía y ciencia ficción, que se titula La Luz de Léoen. Su segunda publicación fue El juego de Claudia (Ediciones Babylon), novela de corte fantástico con toques de terror. Recientemente ha publicado El letargo del pájaro de fuego (Kelonia Editorial).


MI OPINIÓN
En esta ocasión mi experiencia ha sido un poco agridulce con este libro. Tengo que decir que tenía muchas expectativas y quizás eso haya influenciado. No es que supiera nada del libro ni había leído ninguna opinión antes, pero desde que lo vi tuvo magnetismo para mí. La portada y la sinopsis en la web de la editorial me llamaron mucho la atención y supe que lo iba a comprar (y obviamente, a leer) antes o después.

Para mi gusto el comienzo es bueno y presenta a Claudia, un personaje de lo más interesante. Con un tono que en una línea me hacía recelar temiendo que saliese por el tono adolescente típico, pero que a la línea siguiente me daba muy buena sensación pues veía que estaba captando bien y con realismo lo que podría ser un personaje de esa edad hoy día, y con una personalidad que pintaba bien.


Sin embargo, una vez introducido todo y entrando en lo central del libro, en ese "juego de Claudia", he tenido un bajoncillo en la lectura. Es cierto que he conectado menos con el tono en primera persona, me he alejado un poco más de Claudia y no he podido acercarme a ella como en un principio.

Y es curioso, porque soy alguien que suele preferir la acción a páginas y páginas de descripción (aunque como en todo, en el tono medio está la buena medida), y es justo lo que hay una vez la protagonista empieza su juego: pura acción. Pienso que es el problema principal que he tenido con este libro. La acción se sucede de forma vertiginosa, casi no da tiempo a respirar. Claudia sale de una y ya está en otra, y tenemos interrogantes: ¿de qué se trata todo? ¿es realidad, es ficción? ¿está dormida, drogada, viviendo realmente eso? ¿qué pasa con su hermano pequeño? ¿cómo va a poder salir de esta nueva situación? ¿este nuevo personaje va a ser de ayuda o va a ser un peligro para Claudia?
Tiene todos los elementos para mantener el interés en la historia, pero aquí hecho de menos un poco de pausa, de vivir y sentir más con la protagonista, ya que se me desdibuja un poco y pierdo empatía con ella. Los acontecimientos tan seguidos y tan imprevisibles opacan a la protagonista. Quizás (teniendo en cuenta también que es un libro finito) habría admitido más descripción, si no del entorno que queda bien dibujado, sí de Claudia, que transmitiera más su angustia, sus sensaciones y, sobre todo, esa personalidad que Claudia muestra al principio y que sólo enseña con cuentagotas en ese mundo paralelo. Considero que en ocasiones pedía un poco más de pausa, de extensión, que hubiera equilibrado los momentos de acción con los momentos de vivirlos más cerca de Claudia.

Eso sí, hasta aquí mi mayor problema con el libro. Ahora viene lo bueno.

Me ha sorprendido mucho y gratamente la capacidad de la autora para inventar nuevas situaciones, para sacar nuevos personajes llenos de interés, para crear un imaginario, un lugar un poco loco. Para mi la palabra es "imprevisible". Y me ha encantado que lo sea, que no sepa por dónde va a salir nadie. Obviamente hay momentos que me han gustado más que otros, pero en general me queda muy buena impresión en este aspecto.

Porque la imprevisibilidad y el pequeño caos en cuanto a los personajes le da un aspecto vivo a ese mundo. Hay alguno como la bruja de las flores que se ve venir si va a ser de ayuda o no, pero en ese caso la previsibilidad se perdona con creces por la imagen que presenta de las flores que cultiva la bruja, de ese jardín y su funcionamiento. Genial también la imagen de las personas en la estación de metro (muy buena escena) y la de los seres del estanque, cuando hacen su aparición.

Del final en sí, hay cosas que me han gustado más y otras menos, como con el libro en su conjunto. Creo le doy un pequeño tirón de orejas porque encuentro cosas que me han gustado, pero que creo que me podrían haber gustado más aún.

Como apunte final, decir que el libro trae unas ilustraciones hechas por la autora. Son de dibujo sencillo y efectivo, pegan totalmente con la historia y ese mundo que se presenta. Detalles como ese se agradecen.



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