lunes, 21 de septiembre de 2015

La sombra de Polidori. Bestiario de lo sobrenatural 1. Vampirismo, de VVAA

Emerge sin aliento, arrebatando dentelladas de aire al amanecer, inflando y deshinchando sus pulmones en un movimiento de fuelle desesperado.


Portada del libro "La sombra de Polidori. Bestiario de lo sobrenatural 1. Vampiros", de V. V. A. A.
Editorial: Saco de Huesos

Fecha de publicación: 2014  

Páginas: 174 

Precio: 6,92€ paper-book / 2,42€ ebook

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SOBRE LA SOMBRA DE POLIDORI
Esta antología nació como homenaje al autor John William Polidori. Desde los foros de Ociozero se convocó a autores de relato breve para participar en un certamen con temática "el vampirismo". Tras el período de presentación de relatos, se abrió un período de comentarios y valoraciones en los que autores, lectores y jurado compartieron impresiones, quedando seleccionados los trece relatos con mejor puntuación. La antología la completan una traducción del relato "El vampiro" de J. W. Polidori, y un relato de uno de los miembros del jurado.
Tras la buena acogida de la convocatoria, se puso en marcha otra con temática "brujería", que pronto verá a la luz. Se espera una próxima convocatoria, con temática aún desconocida.
Queda pues, el certamen de "La sombra de Polidori", no solo como homenaje al impulsor del mito moderno del vampiro, sino también como un punto de encuentro entre autores y lectores, en el que unos tienen la oportunidad de ver analizada su obra y otros la de dejar sus impresiones sobre los textos a sus creadores. Desde aquí aplaudo y celebro esta iniciativa.


TRAS LA LECTURA
Estas son mis impresiones sobre cada uno de los relatos:

El vampiro (de John William Polidori) es una traducción del original hecha por Juan Ángel Laguna Edroso. Este relato es el precursor del vapiro moderno y una historia de la que bebe el Drácula de Bram Stoker. Cuenta la historia de Lord Ruthven, una criatura extraordinaria que hace estragos entre la sociedad londinense con su habilidad y magnetismo para ganarse a las personas, a quienes luego arrastra a la desgracia. Un relato que merece mucho la pena leer por todos los aficionados al género para conocer los orígenes del fenómeno del vampiro.

El bosque del arcoíris (de Pedro Moscatel) usa la arriesgada segunda persona para apelar al lector. Su mayor fuerte es la gran originalidad en su contenido. En una antología en la que esperamos historias clásicas de vampiros, se agradece un relato así. Consigue implicarte e incluso en algún momento hacerte sentir incómodo al hablarte directamente. Peca un poco de repetir recursos, que funcionan muy bien de primeras pero luego pierden parte de su efecto provocador, pero tiene un gran final.

Tres monumentos a mi agonía (de Ángeles Mora) se basa en un poema de Lord Byron para mostrar en primera persona el tormento del vampiro. Es un relato en el que pesa más la prosa sobre la historia, el cómo que el qué. Podemos hacernos una idea de lo que nos va a contar, pero cuenta a su favor con ser capaz de transmitir esa agonía que siente el narrador. Quizás lo veo algo humanizado, monstrando esa agonía y remordimiento, pero también me le habría gustado ver esa parte vampírica del disfrutar con la sangre. Le habría dado un matiz curioso ese enfrentamiento entre naturaleza humana y vampira.

Vampiros en la Habana (de Covadonga González-Pola) presenta un relato basado en la leyenda del vampiro de Avilés. La narración usa un lenguaje sencillo y actual, acorde a la ubicación. Es un relato in crescendo, empieza un poco flojo pero remonta de la mano de la intriga que se acrecenta. La forma en que se presentan los personajes es un juego que consigue engañar al lector, que se espera en todo momento un giro final, pero no la sorpresa que resulta siendo.

Defixio (de Gloria T. Dauden) trata el tema de la venganza tras la traición de una forma cruenta. Podemos sentir la sed de su protagonista, una sed no sólo de sangre, sino la que busca aliviar un gran dolor. La acción empieza pausada pero cobra ritmo a medida que el texto avanza y la venganza se acerca. Me ha gustado el enfoque distinto del vampirismo que usa y la fuerza que coge el relato conforme avanza.

Comer con los ojos (de Gema del Prado Marugán) también se aleja del vampiro clásico para presentar  un relato original. El tono elegido es en ocasiones demasiado infantil para mi gusto, pero tampoco está mal al ser los protagonistas niños. El final del relato cierra el círculo y te deja pensando unos momentos qué será ahora del protagonista, si se repetirá la historia y será un nuevo depredador o acabará condenado siendo una víctima más.

Te doy mi sangre (de L. G. Morgan) pasa de la narración en pasado al presente para presentarnos una transformación, desde el egocentrismo de su personaje hasta una generosidad extrema, que enlaza a la perfección con su pasado. Un relato de vampiro clásico que, sin grandes sorpresas, se lee muy bien y es capaz de hacernos partícipes y transmitirnos la decadencia del protagonista.

El origen de los hematófagos (de Ángel Elgue) aborda el origen del vampiro desde una estructura narrativa bastante original. A modo de fragmentos de textos antiguos, se nos presenta una especie de diario en el que los hematófagos hablan de la llegada de los ibéricos a América. Un texto que logra captar y mantener el interés del lector.

Billion Dollar Betsy (de Javier Fernández Bilbao) tiene uno de los mejores comienzos de relato. Luego, en el desarrollo sigue soltando guiños en pequeñas dosis, que le dan enjundia al universo creado. Su paralelismo con la realidad hace sonreír y mantiene las ganas por saber más. Sin embargo, a medida que avanza, pierde parte de la frescura inicial para dar paso a la resolución de la acción. Aún con esto, el conjunto es un relato muy original y que se coloca entre los destacados de la antología.

La dulce Núria (de Óscar Muñoz Caneiro) es la historia de una antiheroína. El esperado final trágico de su protagonista, una de esas personas que, sin ser malas ni estúpidas, se dejan rodear de influencias negativas que terminan por torcer su rumbo. Se logra palpar la angustia a lo largo del relato y el final es un remate que deja como resultado un buen relato.

Los dos mundos de Lord Barrymore (de Edgar Sega) presenta un juego en el que primero se engaña a una de las protagonistas del relato, que sale enfadada, para luego engañar a otro protagonista, que sale algo dañado y, finalmente, engañar al lector, que termina con una sonrisa. Gran relato actual de vampiros, original y sorprendente.

Sangre, Billy Idol y la Carretera de los Muertos (de Sergio Pérez-Corvo) tiene un tono narrativo bastante original, que recuerda al de algunas películas en las que una voz en off nos cuenta parte de la historia. Trae el mito a la actualida y nos plantea qué pasa si cualquiera puede ser convertido en vampiro. Un relato que me ha gustado bastante.

Sangre (de Enrique Cordobés) presenta un relato cotidiano y familiar en el que la tensión va in crescendo de la mano de la narradora en primera persona, una mujer con problemas familiares a la que un encuentro inesperado le hace recordar su pasado y volver a explorarlo en su forma más macabra. Bien narrada, la sangre es la protagonista de esta historia, que tiene escenas impactantes y un final que, si bien se agradece que no sea el esperado, me ha sabido a poco no por ser malo, sino porque lo anterior es muy bueno.

Negocios (de José Manuel Fernández Aguilera) fue el relato ganador del concurso del que salió la antología. Se trata de una historia actual en la que, como no podía ser de otra forma, el capitalismo ha llegado incluso a la alimentación de los vampiros. Con toques de humor y un gran diálogo, el relato pasa ante nuestros ojos y, para cuando queremos darnos cuenta, lo hemos terminado, con sorpresa incluída. Es uno de los que más me gustan, lo veo un merecido ganador.

Cuando se supone que una madre abraza a un monstruo (de Ignacio Cid Hermoso) es un relato muy inquietante. Aunque sabemos lo que la madre prepara para el hijo, la magnífica prosa nos lleva de la mano por una historia en la que lo que no se cuenta, hace pensar casi tanto como lo que sí se narra. Un relato que eleva el nivel de la antología y le pone un cierre para recordar.

Quince relatos sobre el mito del vampiro que nos llevan de la mano por un recorrido que comienza con Lord Ruthven, el origen de todo; sigue para homenajear a la figura clásica del mito que reside en el imaginario del lector, e incluso la revisa y actualiza en historias que logran sorprender. Quince relatos que mantienen un gran nivel conjunto y que merecen la pena incluso para el lector que no es incondicional de las historias de vampiros.

lunes, 14 de septiembre de 2015

La dama de las cavernas no tiene jardín, de Teresa Hernández

Se diría que los globos oculares eran la única parte viva de aquel cuerpo. Estaban prisioneros en un cráneo inmóvil y se movían incesantes recorriendo rápidamente los extremos de sus órbitas, sin perder detalle de lo que ocurría en su entorno.


Portada del libro "La dama de las cavernas no tiene jardín", de Teresa Hernández

Editorial: Babylon

Fecha de publicación: 2014

Páginas: 284

ISBN: 978-84-15565-78-9

Precio: 14,95€ paper-book / 2,95 e-book



SINOPSIS
Verónica es una periodista adicta a los somníferos que no termina de encontrarse cómoda con su vida. Tras la muerte de su tío, llegan a sus manos unas cartas antiguas que le descubrirán aspectos de su madre que nunca llegó a conocer. En la búsqueda de la historia de esas cartas, encontrará su obsesión y el empuje para seguir adelante en los momentos complicados.


AUTORA
(de la web de Babylon)
Teresa Hernández, Doctora en Ciencias Químicas por la UCM, ha desarrollado a lo largo de los años una gran afición por la literatura. Ha sido ganadora y finalista en varios certámenes de relatos y novela, entre los que destacan el I Concurso Internacional de Microrrelatos de la Latin Heritage Foundation y el I concurso mundial de microrrelatos de la Internacional Microcuentista. En novela, combina la comedia con el drama. La dama de las cavernas no tiene jardín constituye el tercero de sus trabajos publicados.


TRAS LA LECTURA
Vuelvo con una lectura de la editorial Babylon, que se está convirtiendo en un sitio al que ir a pescar buenas lecturas y descubrir autores nacionales. En esta ocasión, ha sido una compra en las que me dejo llevar por el momento y no busco mucho sobre el libro en cuestión, más allá de su sinopsis.

He acabado la lectura con un sabor agradable. La dama de las cavernas no tiene jardín es una lectura entrañable, que tiene muchos elementos que me gustan.

Verónica Abad, su protagonista, encuentra su lugar en la vida y su rumbo investigando en el pasado de su familia. Es una novela de autoconocimiento y de superación para ella, incluso de catarsis. Cuando parece que no puede tocar fondo porque ya lo ha alcanzado, baja un nuevo escalón. Es, para mi, el personaje que más llega al lector.
En cuanto al resto, hay secundarios entrañables, como Tasio o Amadeo; pero hay otros que no terminan de enganchar. No caen mal ni caen bien, no nos hacemos con ellos ni los imaginamos, no se sienten como reales. Son el caso del actor, del compañero de trabajo de Verónica o de su amigo malogrado.

La historia que cuenta esta novela es muy bonita. Es lo que salva el conjunto y lo eleva. Es una historia dentro de otra, que tiene otras consigo. Además, la forma de ir conociéndola, poco a poco y a través de distintos personajes y escenarios me parece un gran acierto. Cada uno da su toque personal y el puzzle resulta más rico en matices de esta forma. El ir recorriendo a través del tiempo y las generaciones la pista de las cartas que iban para la madre de Verónica y conocer los pormenores, es lo que te hace mantenerte con interés en la lectura. Y la historia en sí es dura y bonita a la vez, logra provocar sentimientos y queda en el recuerdo.

Lo que no me gusta es la relación de Verónica con los demás personajes. No termina de funcionar. Creo que es porque en ocasiones se explica al lector en lugar de mostrárselo. Por ejemplo, con su amigo el escritor, justo durante su encuentro en la cafetería, se nos va contando todo el cariño que se tienen y lo que Verónica lo admira. Me habría gustado más menos explicación y más palparlo en el diálogo y en la forma de comportarse de ambos cuando comparten escena. También pasa con el actor o su compañero de trabajo. Al principio parece que se llevan bien, luego algo mejor. Pero no vemos la evolución en la interacción entre ellos, sino que se nos dice que es así y, entonces, su comportamiento hacia el otro cambia. De esta forma, resultan un poco impredecibles y no muy reales. No se llegan a sentir cercanos.

¿Recomiendo la lectura? Aunque ha habido cosas que no me han gustado, el conjunto sí que merece la pena y me alegro de haber leído esta novela. El viaje a Cuba y las historias que allí se cuentan realmente te transportan al lugar y a la humildad de sus gentes. La historia de la madre de Verónica te acerca por otra parte a las historias de todos los que vivieron aquella época en nuestro país.