El peso del silencio, de Jordi Sierra i Fabra

El paisaje entre Santiago y Valparaíso era hermoso. Primero algunas curvas, cambios, montaña. Después un túnel, y hasta el tiempo y la naturaleza fueron distintos al otro lado. Verdor, una vida llena de color, sensación de libertad.

Editorial: Leer-e (colección Ibuku)

Fecha de publicación: 2012

Páginas: 241

ASIN: B00EJRSA98 

Precio: 6,64€ ebook

SINOPSIS

Agustín Serradell es dueño de un imperio periodístico. Tras varias investigaciones infructuosas sobre la muerte de su hijo, decide confiar en uno de sus periodistas para que vaya a Chile a investigar. Daniel Ros es el elegido, un hombre íntegro y comprometido con su trabajo, que deberá llegar donde varios detectives privados no han logrado hacerlo.

AUTOR

Jordi Sierra i Fabra es un escritor español nacido en 1947. Con más de 400 libros publicados, es casi un clásico viviente en literatura infantil y juvenil. Ha sido galardonado con numerosos premios entre los que están el Gran Angular o el Premio Barco de Vapor.

TRAS LA LECTURA

Acostumbrado a leer novelas juveniles de este autor, me he encontrado con esta obra que, para mi sorpresa, es más estilo policíaco y de novela negra. Una vez más, la sorpresa ha sido agradable. Tuve la suerte de conseguirla a 1,42€ en una oferta de las diarias de Amazon.

Jordi Sierra ha escrito el libro con implicación, y eso se nota. Ha estado en los lugares que describe, ha conocido a algunas de las personas y ha escuchado de sus bocas las historias en las que se ha basado para esta novela. Se ha visto implicado y, no sé si de forma consciente o inconsciente, el narrador en primera persona era casi obligatorio en una obra así.

El peso del silencio habla de un padre que quiere saber qué fue de su hijo para descansar, pero sobre todo habla de Chile. De un período convulso para el país como lo fue el período de dictadura de Augusto Pinochet, y de sus secuelas. Quizás Jordi no nos hable sólo de esta, sino de todas las dictaduras, sembradas de atrocidad, se miren desde el prisma que se miren.

La primera persona usa un tono muy descriptivo. Se nota que el personaje es periodista y se fija en los detalles. Pero a la vez, no tiene un tono neutro, sino que se implica en lo que ve, siente y oye, y eso hace que el personaje quede bien dibujado y caiga bien. Si acaso peca un poco de ingenuo, pero esa ingenuidad casa bien con la personalidad que se le asigna durante todo el libro.

Lo que se describe alterna pasajes agradables, como descripciones de lugares de Chile o de Pascua (mención especial a las casas de Neruda o a algún local con música en directo); con otros pasajes más cruentos, cuando se cuenta parte del pasado dictatorial que sufrió el país. A lo largo de la narración, además de dejar referencias tanto de lugares que visitar como de música que escuchar, también se ofrecen películas y documentales que ver relacionados con el tema. Por lo tanto, el lector que no quiera quedarse con el punto y final del libro y sienta esas ganas de saber más, estará satisfecho.

Creo que, más allá de conocer la historia por las impersonales noticias en TV o prensa escrita, un libro como este, que se sumerge en una época así y la arroja a la cara del lector, es muy necesario para abrirnos de verdad los ojos, para hacernos mirar de verdad y conocer lo que pasó y lo que pasa, para que deje de ocurrir.

Recomiendo totalmente la lectura de esta novela. Me ha mantenido pegado a sus páginas con interés por la investigación que lleva a cabo el protagonista, pero también por las cosas que he descubierto de Chile y su historia.