¡Muuu!, de David Safier

Se me pasaron muchas preguntas por la cabeza: ¿dónde llevaba los huevos el ganadero? Al fin y al cabo no era una gallina. Y ¿cómo era posible que los huevos sintieran dolor?

Editorial: Seix Barral

Fecha de publicación: 2013

Páginas: 328

ISBN: 9788432220890

Precio: 14.95€

SINOPSIS

Cuando una vaca descubre, por medio de un gato italiano, el destino que hay preparado para ella en el matadero, decide emprender una huída de su granja hasta un paraíso donde le han dicho que tendrá la salvación: la India. Con un grupo de vacas y junto a su amado toro Champion, la protagonista vivirá una aventura para intentar llegar a su destino.

AUTOR

David Safier es un escritor alemán. Estudió periodismo y ha trabajado como guionista consiguiendo grandes premios, como un Emmy en EEUU. Como novelista destaca el éxito obtenido por su primera novela Maldito karma, a las que han seguido "Jesús me quiere", "Yo, mi, me... contigo", "Una familia feliz" y "¡Muuu!".

TRAS LA LECTURA

En esta novela el autor nos vuelve a llevar por una historia ligera del tipo comedia en la que nos hace sonreír más de dos y tres veces. Sin llegar a ser desternillante, el humor de Safier es más que satisfactorio y, personalmente, me ha vuelto a reconciliar con este género literario.

Me sorprende haber disfrutado el libro si lo analizo, porque no deja de ser una fórmula repetida, algo que ya hizo el autor en Maldito karma. Se trata de humanizar animales y ver desde ese punto de vista, situaciones cotidianas para nosotros. Es un juego que, como lector, lo compramos enseguida, y más si es en pos de echarnos unas risas.

En este caso, además, se trata de vacas. Pensar en una historia vivida por esos animales, nos hace casi automáticamente sonreír. Si además nos dicen que estas vacas descubren que van a ser sacrificadas y la historia trata de su lucha por llegar a la India, país en el que se han enterado que las vacas están mejor vistas, nos apetece leer la historia sí o sí.

¿Cómo conseguirán las vacas cambiar de continente? ¿Cómo salen de su granja? ¿Cómo pasean por la ciudad o por un camino sin llamar la atención o sin que las vuelvan a llevar a la granja? Todos esos interrogantes nos llevan a abrir el libro y, la forma divertida en que se resuelven, nos mantiene con él abierto y con una sonrisa.

Safier, además, repite descaradamente el recurso del gato que ya usó en Maldito karma. Ahora el felino se llama distinto, pero también acompaña a los protagonistas y, de igual forma, es interesado llegado el momento de urgencia y todo un don Juan. Se reconoce en éste al de la otra historia y bien podrían ser el mismo personaje. Y, sin embargo, funciona perfectamente. Es el motor impulsor, el que advierte de su realidad a las vacas y, a la vez, otro personaje que tiene su propia historia y sus intereses, no un mero accesorio.

Durante la narración, además, tendremos algunas interrupciones (he de reconocer que al principio las acogía con divertimento pero luego se me hicieron algo pesadas) en las que se nos explica todo el mundo religioso desde el punto de vista de las vacas. La creación del mundo y de todos sus elementos y seres vivos. La similitud con cualquier religión no deja de ser divertida a la par que, si ahondamos en ello, nos puede hacer sonrojar al darnos cuenta cómo damos explicación a todo desde nuestra óptica y punto de vista. Las vacas también tienen una diosa a imagen y semejanza de ellas mismas y también explican la creación de ciertos fenómenos de acuerdo a sus necesidades.

Hay algún momento de bajón, más monótono y que, sin dejar de ser por entero de relleno, sí que se podía haber acortado. La novela con una longitud algo menor y alguna revuelta menos en su historia habría ganado enteros. También pasa aquí lo que pasó en Maldito karma: el tono inicial de humor, se va diluyendo poco a poco para dejar paso a una historia un poco más seria, en la que se busca que empaticemos con los personajes y sus necesidades, pero en el que echamos de menos los gags, que cada vez son más espaciados.

¿Recomendable? Sí, otro buen libro de humor de Safier. Con su planteamiento, nudo y desenlace todo tipo comedia que bien podría ser una de esas películas ligeras que vemos para pasar el rato y salir con una sonrisa del cine, sin más pretensión que divertirnos.