martes, 24 de octubre de 2017

Hojas verdes, de Teresa Gallego

Sergio habló de algo importante, del 100% de las cosas, de ir a por todo. Habló de que si vamos a por el 99% dejamos 1% de maltrato.


Portada del libro "Hojas verdes", de Teresa Gallego

Editorial: Pezsapo

Fecha de publicación: 2016

Nº páginas: 116

ISBN: 978-84-944672-4-0

Precio: 15€




¿DE QUÉ VA?
Pleno verano y un manuscrito descansa en las rodillas de Rebeca. Es la novela que el prestigioso escritor Ángel Gil escribió antes de morir y el último rastro que le queda del amor de su vida. A través de la lectura y corrección del texto va arañando el recuerdo de Ángel, los días en que él era un hombre casado y ella una recién licenciada. Los paralelismos entre la novela y la realidad no tardarán en salir a flote.


AUTORA
Teresa Gallego es una escritora madrileña. Ha sido jurado literario en diversos certámenes y ha fundado el grupo literario Letras de Lavapiés. Entre sus publicaciones están El Crack de 2009las antologías Vilapoética y Antología de poetas en Madrid.


¿QUÉ ME HA PARECIDO?
Este es un libro pequeñito (116 páginas) pero que tarda en leerse (o al menos ese ha sido mi caso) porque cuenta una historia en base a recuerdos y reflexiones en las que puedes pararte y pensar. En ese sentido me ha recordado un poco a otro libro que leí no hace tanto: Diario imaginario de la mujer tigre.

En las páginas, la protagonista va corrigiendo la novela del que fuera su amor y, entre capítulo y capítulo recuerda momentos que pasaron juntos y reflexiona sobre lo que esos recuerdos le provocan. Todo desde un escenario en el que ya ha pasado el primer dolor de la pérdida, en el que se puede recordar de forma que el dolor no impide disfrutar de la evocación y sacar aprendizaje de ello y decidir qué guardar y qué no.

Es casi como si paseáramos cada día con la protagonista y le preguntáramos qué tal va con la revisión de la novela y ella, aparte de respondernos se perdiera en divagaciones y nos lo contara todo a nosotros. Es algo tranquilo, pausado, que nos hace también asomarnos a nuestro interior al conocer el suyo. Una muestra:

Parece que se me permite más si digo que es por trabajo que si digo que es por enocntrarme mejor. Parece que todos entienden lo incomprensible frente a lo necesario.

Los capítulos son cortos, pero dejan frases para releer, para pararse y sacarles todos los sentidos que tienen. La trama no avanza demasiado porque, básicamente, no hay una trama per se, no es una historia lineal la que se nos cuenta. Sí que vamos descubriendo cómo fue la relación de Rebeca, la protagonista, con Ángel, el hombre del que revisa el manuscrito. Pero es a través de fragmentos de recuerdos. De lo que Rebeca evoca cada vez que lee.

El estilo es además adornado, casi poético a veces. Se usan continuamente metáforas y comparaciones que en ocasiones parecen versos. Es cierto que en un principio, ya que todo eran palabras bonitas para Ángel, me temía que iba a ser una lectura repetitiva pero, sin embargo, a medida que se desvela la historia empatizamos con la protagonista y se entiende su forma de dirigirse a él.

Este es un libro que me ha gustado leer y también que no me esperaba. Creía que iba a terminarlo enseguida y sin embargo me ha durado más y he sacado de él frases y pensamientos que han sido una sorpresa muy agradable.


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