lunes, 31 de octubre de 2011

Muerte de un superhéroe, de Anthony McCarten

Catorce años. Un chico escuálido, hombros tan descarnados como una percha. Pinta rara. Ni cejas ni pelo. La cara como una patata pelada.


Portada del libro "Muerte de un superhéroe"

Editorial: SUMAdeletras

Fecha de publicación: 09/02/2009

Nº páginas: 314

ISBN: 978-84-8365-043-1

Precio: 17.00€ (yo lo he conseguido de saldo por 5.95€)



SINOPSIS
Donald Delpe vive en Londres, tiene 14 años, un padre, una madre, un hermano mayor y una leucemia bastante grave. Sus padres lo animan constantemente e intentan llevar (delante de él) todo con la mayor normalidad que pueden. Cualquier pequeña noticia positiva es una fiesta para ellos y toda su preocupación es la recuperación de su hijo.

En cuanto a Donald, él mismo se ve, y poco a poco asume que cada vez está peor, lo que no le impide seguir siendo un adolescente y pensar (casi) todo el día en lo que un chico de su edad (bueno, creo que los hombres da igual la edad que tengan para pensar todo el día en...xD). Ya le va importando 3 mier... 3 narices el recuperarse o no, pues piensa que no lo va a conseguir. Lo que le molesta (y mucho) es que tiene 14 años y va a morir siendo virgen. No lo considera justo. No lo es irse de la vida perdiéndose muchas de sus experiencias, pero desde luego, perderse esa es muy injusto para él.


AUTOR
Anthony McCarten nació en 1961 en Nueva Zelanda. Es director de cine, novelista y dramaturgo. Su primera novela, Spinners (1998), obtuvo muy buena crítica y fue traducida a varios idiomas y votada como una de las diez mejores novelas del año 2000 por los lectores de Esquirre. Bien se podría llamar Juan Palomo, pues este autor es aficionado a adaptar sus propias novelas a guiones y luego dirigir las películas. Eso hizo con su siguiente novela, The english Harem (2005), que terminó siendo un telefilme de gran éxito, al igual que la adaptación cinematográfica de su novela Via Satellite, que se estrenó en el Festival de Cannes en 1999.
Como dramaturgo ha escrito doce piezas teatrales, destacando su éxito conseguido con Ladie´s Night, que obtuvo los premios Molière y Meilleure Pièce Comique en 2001.
Y si…sé lo que estáis pensando. También hubo adaptación al cine de este libro (aunque la película no llegó a España – o al menos no que yo sepa).



MI OPINIÓN
Donald y Adrian. El paciente y el psicólogo son en sí una peculiaridad. Donald ya lo es por sí sólo, por su forma de ser, por su carácter, porque muchas veces parece el más adulto de los que le rodean. Asume su situación aunque no termina de aceptarla, si le pintan las cosas de color de rosa no tiene reparos en decirle a quien sea que está hablando gilipolleces, pues él se ve y sabe que no está bien. Adrian empieza soso, en plan psicólogo típico, pero es cuando deja de lado la teoría y se pone a intentar acercarse más a su paciente cuando la mezcla gana enteros. Se baja al nivel del chico si tiene que hacerlo y aguanta estoicamente las pullas de Donald sabiendo ver su madurez y su inteligencia. Es una relación entre ambos muy bien llevada por el autor en la que cada uno aprende del otro e incorpora los elementos que no tiene. Adrian tiene una visión adulta y calmada de las cosas, pero es un inocente en muchas cosas; Donald le hace ser más agresivo cuando ha de serlo, le enseña a ver la vida sin tanto conformismo a la par que aprende de su psicólogo a no ver todo tan a la tremenda. Genial estos dos aportándose el uno al otro.

En los personajes hay superhéroes. Donald está escribiendo un cómic y hay veces en las que en el libro se nos cuenta y se nos narra ese cómic y lo que sucede en él. De hecho llega a convertirse en un elemento importante de la historia. No es sólo un hobby, es una especie de diario del joven, en el que vuelca mucho de lo que vive y de su forma de ver la vida.

El estilo narrativo de este libro es para mi totalmente nuevo. Está narrado como si fuese un story-board de una película o un cómic, en forma de escenas. De hecho está dividido en tres capítulos: actos primero a tercero, y el cuarto capítulo titulado “Tomas falsas y escenas eliminadas”. Es difícil para mi explicarlo así que pongo un trozo ilustrativo:
Int. Iglesia. Día.
¿De dónde sacan los curas tanto de que hablar? Éste es el bocadillo de los pensamientos de Donald cuando se sientan en el asiento de madera para escuchar a un hombre célibe.

También me ha resultado curiosa la forma de presentar a los personajes. No se hace con todos pero casi. En vez de ir conociéndolos poco a poco según actúan, el autor cuando aparece un personaje, directamente lo presenta. Interrumpe la historia un momento para darnos pelos y señales de quién es y cómo es la vida de ese personaje. Es algo que no molesta, queda muy simpático y me suena a una fórmula un poco televisiva, un poco de series, cuando congelan la imagen y una voz en off te cuenta quién es ese nuevo personaje:
Renata Delpe, la madre de Don, de labios finos (rondando los cincuenta), del tipo prudente. Valores: trabajo duro, diligencia, amor. Está en este escenario a falta de otro mejor. Confía en los seguros de vida, pone palito al escribir el siete, atiende a los consejos de precaución siempre que se los dan...

En cuanto al lenguaje es un lenguaje sencillo y nada cuidado. Todo está centrado en un adolescente, así que nos encontramos con palabras como “coño”, “mierda”, “tetas”, “puta”, etc... Esto le da realismo y además no quita para que aparezcan algunas frases buenísimas. Cuando me refiero a que no está cuidado hablo de los términos usados, no de que el libro esté escrito de cualquier forma.
El tratamiento de la enfermedad en el libro está hecho de una forma muy directa y sincera. Se aborda el tema tal cual es sin eufemismos. Hay partes duras y con las que el lector se encoge al leerlas, pero la grandeza de este libro es saber llevarlas sin hacer de ello su baluarte, sino que también hay humor. Humor negro en su mayoría, pero sí que consigue hacer reír e incluso que se suelte alguna carcajada mientras se lee. Es lo que más me ha gustado y lo que hace que suba muchos enteros. Es un libro diferente. El tema no es tanto, Donald tiene cáncer y a ver si lo vence o no...al estar centrado en el joven y su obsesión, el tema es también cómo Donald se relaciona con los demás y si conseguirá dejar de ser virgen, eso que tanto le obsesiona.

En definitiva, es un libro que recomiendo por su estilo totalmente distinto (contarlo todo como si fuera una película, detallando los cambios de escena e incluso a veces los planos de cámara), por su forma arriesgada de lanzarse a contar una historia que mezcla lo trágico con lo humorístico y salir muy bien parado y por Donald, muy buen personaje. Pero claro, ya he dicho que el tema del cáncer está ahí y no se ha suavizado, así que hay que tener presente que aparte de una carcajada, también puedes soltar alguna lágrima.
se pone en pie y se mira en el espejo auténtico de la pared. <<Quiero morir>>. Y también se quita la camiseta y revela un tubo de plástico que le asoma del pecho cerca del hombro y termina en una espina plástica: un catéter Port-a-Cath para administrar la quimioterapia.

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