domingo, 21 de octubre de 2012

La colega tatuada, de Margherita Oggero

Pasó a buscar a Livietta porque decidió que Renzo seguro que se había olvidado, pero llevar a casa niña, perro y bolsas de la compra resultó ser una tarea tan ardua como pasar al lobo, la cabra y la col al otro lado del río.

Portada de "La colega tatuada", de Margherita Oggero
Editorial: Rocaeditorial

Fecha de publicación: 06/2008

Nº páginas: 240

ISBN: 978-84-15156-29-1

Precio: 17€ (yo lo compré de saldo a 4€) 
¿Dónde conseguirlo? Buscando por la web lo veo a buen precio aquí



SINOPSIS
Nuestra protagonista es una profesora de instituto de cuarenta años a la que cae antipática desde el primer día su nueva compañera de trabajo: una mujer alta, guapa, rubia, de clase alta y con un intrigante tatuaje. Aunque su inquina no es tanta como para alegrarse cuando descubre que la nueva profesora ha muerto estrangulada. Una serie de sucesos la llevarán a indagar sobre el caso y a colaborar con la policía. Bueno, con un comisario de policía bastante atractivo, para ser más exactos.



AUTORA
Margherita Oggero nació en Turín, ciudad en la que vive. Tras numerosos años ejerciendo la docencia, llegó al mundo de la narrativa con La colega tatuada, el primero de los casos protagonizados por la misma profesora-investigadora, personaje en el que se basa la exitosa serie televisiva italiana Provaci ancora prof.



MI OPINIÓN
La colega tatuada se vende como novela negra, pero sin embargo voy a definirla pronto (siempre subjetivamente): es una comedia disfrazada de novela negra.
Y es que aunque tenga los ingredientes típicos de la novela negra (asesinato por resolver, inspectores de policía tras las pistas que nunca parecen ser suficientes, datos que se revelan poco a poco, pequeñas sorpresas que añaden elementos nuevos al caso, personajes que parecen sospechosos y otros que no y sin seguridad en el lector para encasillarlos como inocentes o culpables), faltan los condimentos esenciales, como el tono negro, el suspense, la sensación de peligro para alguno de los personajes al enfrentarse a un posible asesino, los mensajes de advertencia, etc.

Es ante todo una comedia, porque se trata de una profesora que, alternativamente a la policía, decide seguir la investigación por su cuenta, por su afición al género negro o por puro aburrimiento, porque se va encontrando con datos por casualidad y porque su curiosidad le lleva a otros. Sin embargo, en ningún momento se tiene la sensación de peligro para la protagonista por meter las narices donde no debe, ni las revelaciones se presentan tan grandes que te hagan decir "¡oooh!" mientras lees. Como novela negra está bastante descafeinada y el caso que presenta no es un caso con giros y revueltas, sino uno más bien normal que bien podría ocupar las páginas de suscesos de cualquier periódico y, sin embargo, la novela se sostiene, entretiene, se lee rápidamente y te hace pasar un rato agradable.

¿Cómo consigue entretener? Sobre todo por su protagonista, por esa profesora algo snob (al menos en lo que a comidas se refiere y al uso del vocabulario), que sin embargo tiene un uso de la ironía que me ha encantado. El libro está escrito en perspectiva omnisciente, pero son tantos los pensamientos de la protagonista que se transcriben, que por momentos casi parece que estuviera en primera persona. La forma de pensar, la rapidez mental y sobre todo (y me repito), la ironía que tiene su protagonista, son su gran baza. Es una ironía graciosa y mordaz, a veces tipo doctor House, a veces no tan cortante, pero sin duda conforma una personalidad atrayente que hace que vayamos pasando páginas y avanzando por la historia llevados por su mano. Cuenta además con el acierto de que la protagonista no es una joven perfecta, guapa inteligente y con el mundo rendido a sus pies, sino que es una mujer de cuarenta años (bueno, treinta y nueve), con sus defectos, su familia particular y peculiar (se nota la importancia de la mamma italiana). Un mujer que por otra parte es culta y no es ninguna mosquita muerta típica ni una indefensa al cuidado del machito de turno.

Hay ocasiones en las que más que interesar el crimen en sí, lo que interesa son las divagaciones de la profesora. Su forma de pensar, de analizar o de comportarse ante situaciones. Realmente no he tenido un gran interés en saber quién podría ser el asesino ni cuál era el móvil, simplemente me lo he pasado bien acompañando a la protagonista en su día a día y sus aventuras. Hay algunos secundarios que quedan un poco achicados frente a ella. Un marido que en ocasiones le sigue y se coloca a la par, con su ironía (desde luego no podrían estar casados si no se entendieran en ese tono, ya que ella lo usa a menudo), y una hija pequeña que en ocasiones me he preguntado si no era algo repelente, pero que he de admitir que me ha hecho sonreír en casi todas sus apariciones y en su forma darwiniana de ver la vida (como su propia madre dice).

Por otra parte, a los amantes de la comida italiana, les gustarán las continuas referencias que se hace de la gastronomía de nuestro país vecino, ya que la protagonista no escatima en descripciones ante cada comida que prepara o que pide en un restaurante. Tanto es así que me han dado ganas de ir a comprar gorgonzola o de preparar un buen risotto.

Como nota curiosa, hay una serie en Italia basada en este libro (y siguientes, parece que es el primero de una serie en la que la profesora es protagonista), que cuando se editó La colega tatuada en España, pusieron en la contraportada que la serie pronto se estrenaría en nuestro país, pero parece que no ha sido así.

Terminando: una novela que puede resultar demasiado poco para los aficionados al género negro pero que seguro que gusta a quienes busquen una comedia con una protagonista que lleva por entero la historia y que tiene un carácter y una personalidad que encandila y anima a seguir de su mano por las páginas de esta novela.

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