La decisión, de Rafael Avendaño

Odio la notoriedad, el ruido, los aullidos de agonía. Odio el agua. Odio el agua que sube poco a poco hasta llenar un recinto cerrado. Sobre todo, odio el agua que sube poco a poco hasta llenar un recinto cerrado cuando yo estoy dentro.

Editorial: Ficcionbooks (filial digital de la extinta AJEC) 

Actualmente: Autopublicación (Amazon Media)
 
Fecha de publicación: 2011 
 
Páginas: 265
 
Precio: 1,03€
 
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AUTOR

Rafel Avendaño es un escritor español, nacido en Cádiz. Sus inicios fueron de la mano de relatos de ciencia ficción, con los que obtuvo algunos reconocimientos en certámenes del género. Ha publicado en diversas revistas literarias como BEMOnline o Alfaeridari. Algunas de sus obras son Horizonte de sucesos y otros relatos, La decisión y Los eternos.

SINOPSIS

Marc Carson, alcohólico y metido en el negocio del cine porno, recibe una llamada avisando de que Jhonny, su amigo de la infancia, se ha suicidado. Esto hace que vuelva a EEUU y se encuentre con los otros de la pandilla, que empiezan a hablar sobre las raras circunstancias de la muerte.

Pensando que su amigo realmente fue asesinado, Marc inicia por su cuenta una investigación que pondrá en peligro su vida, contando con la ayuda y las trabas del resto de amigos.

TRAS LA LECTURA

Afrontaba este libro con la idea de que estaba escrito con ironía y usando un humor ácido. Eso me hacía tener cierto recelo porque no me suelen gustar los libros de humor, pero a la vez cierta esperanza, porque el humor que más fácil me puede entrar en lectura es el irónico y ácido.

Una vez más me he dado cuenta de que no se debe afrontar bajo ninguna premisa la lectura de una novela. Tras finalizarla, he de decir que no es un libro de humor, aunque sí que tiene sus momentos, pero sin ser estos los que llevan la fuerza en la narración. Se trata, entonces, más bien de una novela de intriga en la que el personaje principal, Marc Carson, se enfrenta a un misterio por resolver.

En principio el argumento puede resultar bastante manido (y lo es). Pero lo que hace entretenida a La decisión, es su aire de "andar por casa". Sus personajes no son el típico detective de novela policíaca y su ayudante, sino que son los amigos de la infancia del difunto los que, con sus recursos (su personalidad y poca cabeza), se lanzan a investigar. El protagonista, Marc, va de resaca en resaca y sus espinacas, haciendo una analogía con Popeye, son el alcohol (de cualquier tipo y a cualquier hora). El estado de ebriedad es lo que le proporciona la valentía y la decisión para seguir adelante. Se hace simpático por eso, por ser el típico antihéroe al que casi nada parece salirle bien, pero que va salvando las situaciones a fuerza de resignación y de moverse, haciendo algo lógico o ilógico.

La narración es muy fluida, haciendo la lectura bastante fácil. Mucha parte de la trama viene a sustentarse en un principio matemático que está presentado de forma agradable para el lector (incluso puede despertar nuestro interés por las matemáticas) y descrito de forma que nadie se pueda perder en lenguaje experto. El lenguaje es muy visual, con el empleo de metáforas bastante acertadas y efectivas. Se nota una buena mano detrás.

El principio del libro mezcla la acción presente con flashback que he disfrutado mucho. Era como dos libros en uno, en un capítulo te mostraba los problemas actuales (que, la verdad, perdían interés frente al pasado), y en el siguiente salían a la luz la forma en que los personajes se habían conocido y vivido su infancia (pareciendo casi una novela generacional muy entretenida). 

Me habría gustado que esta pauta siguiera hasta el final, pero he de admitir que para cuando terminan los capítulos con flashback, el autor ya ha conseguido que la acción actual tenga bastante más interés.

Diría que los puntos fuertes son unos personajes con los que se puede empatizar bastante bien, aunque algunos estén un poco estereotipados (y en su conjunto la alta sociedad), el presentar un misterio que genera interés y el saber dar las dosis de información a su debido ritmo, además de encajar con todo ello una teoría matemática muy curiosa.