Le gustaba especialmente
permanecer colgado del techo; era algo muy distinto a estar tumbado en
el suelo; se respiraba con más libertad; un ligero balanceo atravesaba
el cuerpo.
La
metamorfosis es, sin duda, el libro más conocido de Franz Kafka. Es
posible encontrarlo en numerosas ediciones de todo tipo, más o menos
baratas, e incluso de forma gratuita en versión digital. Publicado en
1915, muchos han sido los análisis que se han hecho del mismo, llegando
algunos de ellos a buscar algo de autobiográfico en el texto. Sea como
sea, no deja de ser una obra a la que tenía curiosidad por leer, ya que, por mucho tiempo que pase, siempre sigo escuchando comentarios o referencias hacia ella.
SINOPSIS
Gregorio es un joven comerciante que, con su excesivo trabajo, se ocupa de mantener a su familia,
compuesta por sus padres y su hermana menor. Un día, Gregorio se
despierta tras un sueño intranquilo y descubre que está convertido en un gran insecto. Apurado por ello, intenta dejar pasar unos minutos, a ver si se le pasa ese estado. La familia, preocupada al ver que no sale a trabajar, se preocupa por su estado. La preocupación es mayor cuando el gerente de
la empresa donde Gregorio trabaja, acude algo enfadado a ver cuál es el
motivo de la ausencia en su puesto. Así, la familia deberá poco a poco
asumir y afrontar la novedosa y extraña situación.
AUTOR
Franz Kafka (1883-1924) fue un escritor nacido en Praga, cuya obra ha tenido gran influencia general en la cultura y en la literatura. Su estilo se ha asociado al expresionismo, el existencialismo y el realismo mágico. Sus obras han sido y siguen siendo ampliamente analizadas. Entre ellas están El proceso, El castillo y El desaparecido, además de La metamorfosis, así como un gran número de relatos.
TRAS LA LECTURA
Con
un lenguaje sencillo, y un ambiente totalmente cotidiano —todo sucede
en la casa de una familia de cuatro personas, prácticamente entre dos
habitaciones de esa casa—, La metamorfosis entra en el
surrealismo desde su primera página, en la que todo empieza con Gregorio
despertándose y convertido en un gran insecto.
En cuanto se da cuenta, Gregorio, continúa con el surrealismo en su comportamiento, al no alarmarse por su nueva situación. En su lugar espera que se le pase pronto y vuelva a ser alguien normal. Hace incluso planes para ir a su trabajo, tras unas horas.
Más
que la absurda situación y su desarrollo, que no tiene demasiado de
espectacular ni sorpresivo, lo que llama la atención es lo que subyace
debajo de todo ello, debajo de las situaciones y los comportamientos de
los personajes ante ellas.
La
familia de Gregorio estaba toda a su cargo y, más que reconocérselo, lo
cuidaban porque lo necesitaban, siendo su cuidado casi una exigencia.
Se ve al principio, cuando al principio lo disculpan por sentirse
indispuesto, pero luego hay tono de reproche en ellos al ver que
Gregorio no sale de su habitación.
A
la vez, este libro habla del acomodo de las personas ante
circunstancias favorables. Ninguno podía trabajar cuando era Gregorio el
que traía el sustento. El padre por mayor, la madre por enferma, la
hermana por joven; pero, cuando la escasez empieza a aprentar, todos
buscan la forma de conseguir dinero, encuentran un trabajo, piensan en
alquilar habitaciones de la casa para huéspedes e, incluso, sale a
relucir un dinero que se estaba ahorrando y del que el pobre Gregorio
nada sabía, un dinero que le habría supuesto cambiar de trabajo a uno
mejor, antes de lo que él mismo pensaba. En definitiva, individuos que
parecían totalmente incapacitados, demuestran que no lo eran, y que
pueden buscar y sacar recursos, que pueden subsistir por sí mismos.
Algo
más inquietante es la lectura de la posición del individuo en la
sociedad y, más aún, en la propia familia. Al principio, se intenta
cuidar de Gregorio. Incluso intentando adivinar cuales serán sus hábitos
alimenticios en esta nueva forma de insecto. Es un problema su estado, y
se intenta normalizar la situación, incluso evitándolo, pero también se
lucha por él. La familia, aunque sienta rechazo hacia su estado,
también busca en cierto modo la comodidad de Gregorio. Lo sienten como
víctima. Cuando pasa el tiempo y no se ve mejoría en el "enfermo",
entonces el cansancio por la situación aparece. Las voces discordantes
se alzan y, quien era víctima, quien sufría el mal, pasa a ser causante
del mal y las víctimas ahora son los demás miembros de la familia, que
incluso insinúan que Gregorio debería abandonarlos para no hacerlos
sufrir más (cuando ¿quién puede sufrir más que aquel que se encuentra
convertido en insecto, de la noche a la mañana, aquel que se encuentra
aislado del resto?).
También
se nota la forma de afrontar la situación de cara al exterior. En lugar
de ir de frente, el hecho de que la propia familia no lo acepte, hace
que quieran ocultar el problema, como si tapándolo, ya no existiera.
Así, en lugar de defenderlo de otras personas ajenas a la situación,
intentan hacer ver que no pasa nada y, si algo se descubre, la reacción
es de vergüenza y de sonrojo, de sentirse culpables, como si alguien
tuviera la culpa, como si Gregorio fuese una persona que se ha buscado
sus propios males sin hacer nada por evitarlo.
¿Recomendable?
Para una lectura de entretenimiento, la verdad es que no es un gran libro hoy
en día. Pasada la sorpresa y la curiosidad inicial, el resto no destaca
sobremanera. Esta es más bien una lectura para tomarse una pausa, bien
durante la lectura o al final, para reflexionar sobre ella y, sobre todo
(al menos para mí), para pensar en el comportamiento humano ante
cualquier situación, por surrealista que sea.
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