lunes, 26 de octubre de 2015

En el jardín del Edén, de Carlos Martí

En el Jardín del Edén, aún con días y noches, no existía el Tiempo, pues éste era uno de los Tres Estados de la Materia, y a pesar de que no había nada vivo, todo anunciaba a gritos el milagro de la Creación.


Portada del libro "En el jardín del Edén", de Carlos Martí
Editorial: Kelonia Editorial

Fecha de publicación: 2013

Páginas: 128

ISBN: 978-84-941043-1-2

Precio: 10,5€ paper-book / 2,95€ ebook



SINOPSIS
Daril es un querubín que vive en el Edén y está lleno de curiosidad por todos los misterios que se esconden en cualquier rincón del inmenso jardín. Junto a su grupo de amigos, también querubines, irá detrás de cualquier aventura que le permita descubrir algo más, a pesar de lo peligrosa que pueda ser. Así conocerá al enigmático Azrael, a la bella dama Carylas e incluso a algunas almas del Purgatorio.


AUTOR
Carlos Martí (Valencia, 1972) es licenciado en Ciencias Biológicas y Psicología. Desde pequeño le ha apasionado el mundo de la literatura. Como escritor ha publicado relatos en diversas antologías y revistas, consiguiendo galardones por ello. En el jardín del Eden (Kelonia, 2013) es su primera publicación en solitario. También ha publicado Cómo destruí el mundo (Autopublicación, 2014) y Pasteles de Barro (Autores Premiados, 2014), con la que ganó el II Premio de Novela Corta de Terror Ciudad de Utrera y que ha sido nominada a los Premios Ignotus 2015 como mejor novela corta.



TRAS LA LECTURA
Mi costumbre de querer adentrarme en los libros sin tener mucha idea de lo que  me voy a encontrar dentro a veces me depara buenas sorpresas y otras, como en este caso, me lleva a enfocar en un principio la lectura con ojos inadecuados.

Catalogado dentro de la línea de novelas juveniles en la editorial, tuve el error de empezar con En el jardín del Edén esperando una novela adulta. Eso hizo que al principio me dijera "esto es demasiado infantil" y me hiciera pensar en dejar el libro para otra ocasión, ya que no me apetecía una lectura así. En esta ocasión opté por seguir, ya que es un libro cortito, y pronto cambié la óptica. Me olvidé de que estaba leyendo, me fui al jardín de la mano de Daril y empecé a leer con ojos de querubín, para dejar sorprenderme por todo.

Tras terminarlo, puedo decir que me alegro de no haber dejado la lectura para otro momento. Pasé de cierta frustración inicial, a disfrutar de una novela juvenil, para después recordarme lo estúpidas que son las etiquetas en algunas lecturas y darme cuenta de que En el jardín del Edén tiene una gran lectura entre líneas que me ha recordado bastante a El principito.

Con un estilo sencillo, la lectura va fluyendo de la mano de Daril, un querubín algo travieso y muy inquieto que siempre quiere saber más. La descripción del Edén muestra una gran imaginación por parte de la mano que hay detrás. Me ha sorprendido también el "El viejo" como personaje secundario. Carlos Martí hace una buena labor al dejar perfilado un personaje así, que se hace entrañable y del que querría haber leído más, capaz de llegarme e imaginármelo mientras leía y que, sin embargo, no aparece más que por referencias de los demás. Los diálogos son otro elemento a destacar, con especial mención a los que tienen intervención de Azrael, otro personaje bastante interesante. La simbología que se intuye durante la lectura y se revela al final es otro punto a destacar que eleva la calidad de la obra.

El final es el que cabe esperar según avanza la historia. Uno que le da al libro aires de cuento y que es capaz de dejarte con una sonrisa mientras lees también los agradecimientos del autor, que están escritos con un cariño y un mimo que casi parecen una continuación de la historia.

En definitiva, una lectura que recomiendo. Un libro al que acercarse con ojos de niño (o de querubín) para divertirse y del que sacar lecturas con ojos de adulto, para sentirse reflejado, aprender y disfrutar.

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